Proceso Eterno
La semilla
El Padre ha decidido sembrar su semilla, su mismo semen
en este tiempo. Como tierra debemos estar atentos a entender la semilla, su
misma Voz para que el maligno no nos la arrebate, nos no aparte de ella, ni la
deje infructífera.
Mateo 13
3 Y les dijo en parábolas muchas cosas como
éstas: Un sembrador salió a sembrar.
4 Mientras iba esparciendo la semilla, una
parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron.
5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin
mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda;
6 pero cuando salió el sol, las plantas se
marchitaron y, por no tener raíz, se secaron.
7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos
que, al crecer, la ahogaron.
8 Pero las otras semillas cayeron en buen
terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien
veces más de lo que se había sembrado.
19 Cuando alguien oye la palabra acerca del
reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su
corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino.
20 El que recibió la semilla que cayó en terreno
pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría;
21 pero como no tiene raíz, dura poco tiempo.
Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se
aparta de ella.
22 El que recibió la semilla que cayó entre
espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el
engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto.
23 Pero el que recibió la semilla que cayó en
buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una
cosecha al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno.
La inseminación
La pablara misma del Padre cae como rocío sobre nosotros
trayendo la certeza de que cumplirá el propósito por el que ha sido enviada.
Deuteronomio 32
1 «Escuchen, cielos, y hablaré; oye, tierra, las
palabras de mi boca.
2 Que caiga mi enseñanza como lluvia y
desciendan mis palabras como rocío, como aguacero sobre el pasto nuevo, como
lluvia abundante sobre plantas tiernas.
3 Proclamaré el nombre del Señor. ¡Alaben la
grandeza de nuestro Dios!
4 Él es la Roca, sus obras son perfectas, y
todos sus caminos son justos. Dios es fiel; no practica la injusticia. Él es
recto y justo.
Isaías 55
10 Así como la lluvia y la nieve descienden del
cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y
germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come,
11 así es también la palabra que sale de mi
boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis
propósitos.
La fecundación
La semilla no proviene de voluntad de hombres, ni de
carne o sangre, es el Padre mismo quien la trae para dar a luz los diseños del
Reino que transformaran la tierra en estos últimos tiempos.
Juan 1
12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen
en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
13 Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos
naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.
Los vientres
Cada uno de los hijos de Dios está siendo inseminado,
como la tierra en la que el Padre siembra su semilla. Por esto no dejaremos de
sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en nosotros, en la
Iglesia.
Gálatas 4
19 Queridos hijos,
por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en
ustedes,
La sobrenaturalidad
La sobrenaturalidad de Dios permitirá que el proceso sea
llevado a cabo pronto, no esperando que se dé el tiempo normal, sino que la
semilla será sembrada y crecerá con el crecimiento de Dios, y con la velocidad
que Él necesita.
1 Corintios 3
7 Así que no cuenta ni el que siembra ni el que
riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer.
Marcos 4
26 Jesús continuó:
«El reino de Dios se parece a quien esparce semilla en la tierra.
27 Sin que éste sepa cómo, y ya sea que duerma o
esté despierto, día y noche brota y crece la semilla.
28 La tierra da fruto por sí sola; primero el
tallo, luego la espiga, y después el grano lleno en la espiga.
Isaías 66
8 ¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha
visto jamás cosa igual? ¿Puede una nación nacer en un solo día? ¿Se da a luz un
pueblo en un momento? Sin embargo, Sión dio a luz sus hijos cuando apenas
comenzaban sus dolores.
El fruto
Génesis 1
1 Dios, en el
principio, creó los cielos y la tierra…
Bereshit es el principio de la creación, es Jesús mismo
manifestado por el Padre a través de su Espíritu dando sentido y origen a toda
la creación.
Colosenses 1
13 Él nos libró del dominio de la oscuridad y
nos trasladó al reino de su amado Hijo,
14 en quien tenemos redención,[f] el perdón de pecados.
15 Él es la imagen del Dios invisible, el
primogénito[g] de toda creación,
16 porque por medio de él fueron creadas todas
las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos,
poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para
él.
17 Él es anterior a todas las cosas, que por
medio de él forman un todo coherente.[h]
18 Él es la cabeza del cuerpo, que es la
iglesia. Él es el principio, el primogénito de la resurrección, para ser en
todo el primero.
19 Porque a Dios le agradó habitar en él con
toda su plenitud
20 y, por medio de él, reconciliar consigo todas
las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en el cielo,
haciendo la paz mediante la sangre que derramó en la cruz.
El fruto de la semilla es Cristo mismo
formado en nosotros, revelado en nuestro espíritu, manifestado en la tierra en
este tiempo de oscuridad.
Isaías 60
2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la
tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti
será vista su gloria.
Colosenses 1
27 a quienes Dios quiso dar a conocer las
riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en
vosotros, la esperanza de gloria,
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