Desenmascarando el temor
Si miramos a nuestro alrededor
nos damos cuenta de que el temor está en todas partes. El enemigo en estos
últimos tiempos está usando el terrorismo y la opresión como medios para sacar
a los hijos de Dios de su propósito.
¿Que es el terrorismo y la opresión?
El terrorismo es “el uso planeado y organizado del temor como arma”. La meta del terrorismo es aterrar, asustar o causar pánico y llevar a la persona al punto que no pueda resistir. La opresión es quitar lo que la persona tiene por terror o fuerza, sin tener derecho a ello, obrando a través de la ignorancia, debilidad o temor de la persona oprimida.
Lucas 21
25 Y habrá señales en el sol, la
luna, y las estrellas; y sobre la tierra, angustia de las gentes en desespero
ante el bramido del mar y el oleaje,
26 desfalleciendo los hombres
por el miedo y la expectación de lo que vendrá sobre la tierra habitada, porque
las potencias de los cielos serán sacudidas.
Nosotros como creyentes no
tenemos que soportar o tolerar el temor, tenemos que oponerlo, atacarlo y
deshacernos de él. La televisión, las redes sociales han sido el medio usado
por Satanás para propagar el temor en nuestra sociedad. No es solo un temor de
susto, sino como explicábamos antes este temor paraliza y no deja avanzar.
Ejemplo:
¿Cuantos mantuvieron la paz la
semana pasada luego del anuncio de terremoto?
¿Hubo algún minuto en el que
dejamos de pensar que el Señor era nuestro refugio?
Si perdimos la paz se produjo entonces
un desalineamiento. Esto debido a que nuestra mente natural tomo el control de
la situación afanándose por sobre lo que decía nuestra mente espiritual que era
“confiar en el Señor”.
Salmos 11
1 En el Señor hallo
refugio.
¿Cómo, pues,
se atreven a decirme:
"Huye al monte, como las aves"?
2 Vean cómo tensan sus arcos los
malvados:
preparan las flechas sobre la
cuerda
para disparar desde las sombras
contra los rectos de *corazón.
3 Cuando los fundamentos son
destruidos,
¿qué le queda al justo?
Salmos 18
2 El Señor es mi *roca, mi amparo,
mi libertador;
es mi Dios, el peñasco en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,[1]
¡mi más alto escondite!
3 Invoco al Señor, que es digno de alabanza,
y quedo a salvo de mis enemigos.
Salmos 23
1 YHVH es mi pastor, nada me falta.
2 En lugares de tiernos
pastizales me hace descansar, Junto a aguas de reposo me conduce.
3 Restaura mi alma, Me guía por
sendas de justicia por amor de su Nombre.
Sin áreas de temor
Dios ha llamado al Cuerpo de Cristo a no tolerar el temor como tampoco a tolerar la pobreza, la enfermedad o cualquier tipo de opresión del diablo.
Hechos 10
38 respecto a Jesús de Nazaret:
Cómo Dios lo ungió con el Espíritu Santo y poder. Éste pasó haciendo el bien y
sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él.
1 Juan 3
8 el que practica el pecado procede del diablo, pues el diablo peca
desde un principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para que
destruyera las obras del diablo.
Jesús vino a destruir la raíz
del temor que es el imperio de la muerte.
Hebreos 2
14 Así que, por cuanto los hijos
fueron consubstanciales con sangre y carne, de igual manera Él también
participó de las mismas, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo,
15 y librar a todos aquellos que,
por temor de la muerte, están sujetos a vivir en esclavitud.
¿Cómo estaba la humanidad
sujeta a la atadura? A través del temor a la muerte.
El diablo tuvo en sus manos el
poder de la muerte. El temor a la muerte es la raíz, es el que sostiene todos los
tipos de temores: temor a volar, temor a salir, temor a no tener, temor a
hablar en público, temor a la oscuridad, etc.
Jesús vino y destruyó esto tomando
el poder de la muerte de las manos de satanás. Ahora ya no estamos sujetos al
temor, a ningún temor. En el momento que recibimos a Jesús ya no tenemos
espíritu de temor.
2 Timoteo 1
7 Porque no nos ha dado Dios
espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Romanos 8
14 Porque todos los que son
guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
15 Porque no recibisteis
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor; sino que recibisteis el
Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba! (¡Padre!)
1 Juan 4
16 Y nosotros hemos conocido y
creído en el amor que Dios tiene hacia nosotros. Dios es amor, y el que
permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios permanece en él.
17 En esto ha llegado a la
perfección el amor entre nosotros, para que tengamos confianza en el día del
juicio: que como Él es, así somos nosotros en el mundo.
18 En el amor no hay temor,
antes bien, el perfecto amor echa afuera el temor, pues el temor lleva en sí
mismo castigo, de donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
Hay una tremenda diferencia
entre vivir una vida soportando el temor y “tratando de lograrlo” cada día que
ser librado total y completamente de él. Como cristiano ya no tienes el
espíritu de temor viviendo dentro de ti, el temor viene desde fuera. Es por
esto que llamamos “ataques” de temor.
Enfrentando el temor
Aunque nosotros no tenemos que estar sujetos al temor, vivimos en un mundo que si lo está. La vida, aún la vida del Espíritu no está gobernada por azar o suerte o algún orden místico del universo sino por LEYES ESPIRITUALES. Estas leyes espirituales actúan e interactúan con otras leyes naturales como la ley de la gravedad, leyes de física, etc.
Romanos 8
2 porque la ley del Espíritu de
vida en Cristo Jesús te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Cuando se pone la ley del
pecado y de la muerte en operación siempre terminará matándote porque el pecado
SIEMPRE produce muerte. Hay una ley mayor: la ley del Espíritu de Vida. El
temor es una fuerza espiritual y tenemos que atacarlo con un arma espiritual.
2 Corintios 10
4 Porque las armas de nuestra milicia
no son carnales, sino poderosas en Dios para destrucción de fortalezas;
De la misma forma que oímos a
satanás y es espíritu asimismo debemos hablarle al temor. Jesús de hecho lo confrontó con
lo que estaba escrito.
Mateo 4
4 Pero Él, respondiendo, dijo:
Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de
la boca de Dios.
Ataque en tres frentes
Josué 1
7 Solamente esfuérzate y sé muy
valiente, cuidando de hacer conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te
ordenó. No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que tengas buen
éxito dondequiera que vayas.
8 No se aparte de tu boca el
Libro de esta Ley. De día y de noche meditarás en él, para que cuides de hacer
conforme a todo aquello que está en él escrito, porque entonces harás próspero
tu camino, y tendrás buen éxito.
La presencia de Dios con Josué
no era suficiente para que ganara la guerra contra el terror que tendría que
enfrentar. Josué tenía que hacer su parte en tres frentes:
1. Este libro de la ley no se
apartará de tu boca
2. Meditar en él día y noche
3. Guardar y hacer conforme a
todo lo que está escrito.
Josué tenía que hacer las tres
cosas continuamente.
Juan 1
1 En un principio era el Verbo,
y el Verbo estaba ante Dios, y Dios era el Verbo.
La Palabra es la manifestación de
Dios tanto como lo es el Padre, Hijo y Espíritu Santo. Añadamos a esto la revelación
de que Dios es amor (1 Juan 4:16) – entonces la Palabra es la manifestación del
amor, el amor perfecto que echa fuera el temor.
La Palabra no hace el énfasis
mayor en el PODER. Nosotros somos los que nos enfocamos en el poder. La Palabra
hace el énfasis mayor en el AMOR DE DIOS. Sin el amor de Dios no podríamos ver
la manifestación de su poder.
¿En qué tenía que meditar
entonces Josué? En la Palabra de Dios... el amor de Dios. Porque es el amor el
que echa fuera el temor.
Josué 1
9 ¿No te lo estoy ordenando Yo?
¡Esfuérzate pues y sé valiente! No te intimides ni desmayes, porque YHVH tu
Dios está contigo dondequiera que vayas.
Entonces cuando se anuncia de
catástrofes y de calamidades ¿como debemos pensar? Meditando en el perfecto
amor de Dios. Meditando en lo que me dice su palabra.
No temas
Lucas 8
49 Estando Él aún hablando,
aparece uno de la casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha
muerto. No molestes más al Maestro.
50 Pero Jesús, al oírlo, le
respondió: No temas; solamente sigue creyendo y será salva.
NO TEMAS, cree solamente y
será salva. Noten la absoluta seguridad de Jesús. Fe sin temor. El temor
tolerado es fe contaminada. Tratar de creer a Dios y preocuparse al mismo
tiempo no funciona. El preocuparse está bien pero el afanarse es estéril. Es
preocuparse pero tomando yo mismo el control.
1 Juan 4
18 En el amor no hay temor,
antes bien, el perfecto amor echa afuera el temor, pues el temor lleva en sí
mismo castigo, de donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
No es sólo el amor el que echa
fuera el temor es el PERFECTO AMOR.
1 Juan 2
5 pero el que obedece su
Palabra, en éste verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios; por esto
pues sabemos que estamos en Él.
Perfeccionado: completo,
crecido, maduro. Es entonces el amor completo, crecido y maduro el que echa
fuera el temor.
Esto nos hace preguntarnos
¿cuán maduro, perfecto, crecido y completo es el amor de Dios en nosotros?
El amor de Dios
Cuando nosotros no somos conscientes de continuo del amor de Dios por nosotros, dejamos entonces que el temor nos infecte y dejamos que el diablo nos presione. Dios es amor y en el amor de Dios no hay temor, ni siquiera un poco.
Para que el temor entre al
corazón del creyente debe venir DESDE FUERA. Ahí es donde el corazón tiene que
saber y conocer el amor de Dios.
Juan 17
23 Yo en ellos y Tú en mí, para
que sean perfeccionados en una unidad, para que el mundo conozca que Tú me
enviaste, y los amaste a ellos como me amaste a mí.
Juan 17
26 Y les di a conocer tu Nombre,
y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos, y Yo en
ellos.
Esta es la razón por la que
Jesús dejó su lugar de gloria y vino por nosotros. Dios nos ama de la misma
forma como ama a Jesús y si nos ama así también nos protegerá si CONOCEMOS SU
AMOR.
Colosenses 1
13 quien nos rescató de la
potestad de las tinieblas, y nos trasladó al reino del Hijo de su amor,
Hay veces en que no sientes su amor y esas son las veces en
que tienes que CONOCER su amor sino tu carne comenzará a regirte y Satanás
usará esto para presionarte y sacarte del amor de Dios y poner temor.
No importa cómo te sientas,
cuán “seco” estés espiritualmente y o si sientes o no el amor de Dios. Él dice
que es el “mismo ayer, hoy y por siempre” – También Su AMOR ES EL MISMO AYER,
HOY Y POR SIEMPRE.
Juan 19
30 Luego que Jesús tomó el
vinagre, dijo: Consumado está. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el
espíritu.
Hebreos 10
12 Pero Éste, habiendo ofrecido
un solo sacrificio para siempre por los pecados, se sentó a la diestra de Dios,
13 de ahí en adelante esperando
hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.
14 Porque con una sola ofrenda
hizo perfectos para siempre a los santificados.
15 Y nos testifica también el
Espíritu Santo, porque después de haber dicho:
16 Este es el pacto que haré con
ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus
corazones, Y en sus mentes las escribiré;
17 añade: Y ya nunca más me
acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
18 Porque donde hay remisión de
estas cosas, no hay más ofrenda por el pecado.
19 Así que, hermanos, teniendo
confianza para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,
20 la cual nos abrió un camino
nuevo y vivo, por medio del velo, esto es, de su carne;
21 y teniendo un gran Sacerdote
sobre la Casa de Dios,
22 acerquémonos con corazón
sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo los corazones rociados, y así
libres de mala conciencia, y los cuerpos lavados con agua pura.
Debemos entonces mantener la
mente enfocada en el amor de Dios hasta que recibamos la revelación de Hebreos
13:5-6.
Hebreos 13
5 Vuestra manera de vivir sea
sin avaricia de dinero, estad satisfechos con las cosas que tenéis, porque Él
dijo: No te dejaré ni te desampararé.
6 De manera que podemos decir
osadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré. ¿Qué me puede hacer el hombre?
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